lunes, 26 de noviembre de 2012

FOPEA rechaza denuncia del grupo Clarín contra periodistas


FOPEA rechaza denuncia del grupo Clarín contra periodistas

El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) rechaza la denuncia por “incitación a la violencia colectiva” (Artículo 212 del Código Penal), iniciada por el Grupo Clarín contra los periodistas Roberto Caballero, Sandra Russo y Javier Vicente. Se trata de una figura penal que podría implicar penas de tres a seis años de prisión. De acuerdo al texto de la denuncia al que accedió FOPEA, además de esta denuncia, el demandante pide a la Justicia que se evalúe la posibilidad de aplicar también la figura de “coacción prevista agravada” (Artículo 149 del Código Penal), que establece penas no excarcelables, de hasta 10 años de cárcel.
26 de noviembre de 2012
Es contradictorio que una empresa para cuya tarea es imprescindible el ejercicio de la libertad de expresión, recurra a presentaciones penales contra periodistas. Y más si se tiene en cuenta que en su denuncia el Grupo Clarín hace hincapié en la necesidad del respeto a la libertad de expresión y de opinión, derechos protegidos por diferentes Tratados Internacionales citados en su presentación.
En ese sentido y de acuerdo a los estándares internacionales y nacionales en los que se basa FOPEA para realizar su defensa irrestricta de la libertad de expresión, la denuncia presentada el pasado jueves constituye una clara afrenta a estos principios, considerando que cuestiona los dichos públicos de los periodistas en diferentes espacios televisivos, donde opinaron sobre la empresa y sus directivos.
Por ello, FOPEA se solidariza con Russo (columnista del diario Página/12 y panelista del programa 678); Caballero (ex director del diario Tiempo Argentino) y Vicente (relator del ciclo Fútbol para Todos).
El Grupo Clarín relacionó a todos en una supuesta maniobra violenta en su perjuicio, que “se verifica con claridad a partir de los dichos de distintos periodistas y funcionarios” (la demanda alcanza además al titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, y el secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, entre otros), y que no tiene dudas respecto a que “el Gobierno Nacional está detrás de este accionar”. En ningún lugar de la presentación judicial formulada por el Grupo Clarín se menciona a los periodistas como testigos. En cambio, sí son identificados entre los 'principales propaladores del mensaje gubernamental', lo cual los haría parte, dentro de la lógica judicial de la denuncia, de 'quienes incitan a la violencia colectiva'.
FOPEA estuvo y está en contra de las acciones judiciales para limitar o penalizar la libertad de expresión, por más discutibles que puedan ser las expresiones vertidas, y así lo ha señalado en varias oportunidades. De hecho, manifestó su opinión a favor de la despenalización de las figuras de calumnias e injurias, incluso mucho antes de que se haga efectiva su supresión legal, lo que celebramos. También hemos planteado la necesidad de limitar los montos de las demandas civiles por calumnias e injurias contra periodistas, algo que muchas veces intenta actuar como un silenciador de voces, a través de las presiones económicas que implican querellas de este tipo. Además, alertamos sobre la judicialización de las discusiones políticas, lo que puede llevar a la desnaturalización de la elevada función del Poder Judicial como tal.
Es por eso que solicita al Grupo Clarín que retire la denuncia hecha contra los periodistas e insta a la Justicia a que, de no ser retirada la demanda, la rechace basándose en los principios de libertad de expresión consagrados en la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales a los que la Argentina suscribió.
Foro de Periodismo Argentino
Lunes 26 de noviembre de 2012

jueves, 22 de noviembre de 2012

La Corte y el acceso a la información pública
Se publicará un libro sobre el periodista Gabriel García Márquez

Ultimo aviso: Alumnos promocionados en Sociología del Arte

Muy importante para los alumnos de Sociología del Arte promocionados:

Mañana a las 17 se comienza a rendir el coloquio. Hasta mañana viernes a las 8 am tienen tiempo para enviar las versiones definitivas de sus trabajos finales. En el envío consignen la autorización de publicación (si así quieren hacerlo). Recuerden que no habrá tiempo de leer los trabajos durante los coloquios. No descuiden los conceptos fundamentales abordados en la cursada. Nos estamos viendo.

martes, 20 de noviembre de 2012

Acceso a la información pública: otro año perdido



 
LEY DE ACCESO A LA INFORMACIÓN: OTRO AÑO LEGISLATIVO PERDIDO
 
Las organizaciones firmantes lamentamos nuevamente la falta de tratamiento en la Cámara de Diputados de la Nación de los proyectos de ley referidos al Acceso de la Información Pública, un derecho humano fundamental para la democracia y con un amplio reconocimiento constitucional e internacional.

El silencio legislativo tendrá como consecuencia la pérdida de estado parlamentario de un proyecto de ley que recibió media sanción del Senado hacia fines de 2010, algo que ocurrirá en los próximos días. Los escasos avances generados en esta materia a nivel provincial y municipal, así como el insuficiente decreto presidencial vigente desde 2003, no alcanzan para garantizar el efectivo ejercicio de este derecho.

Precisamente, en el reciente examen periódico universal realizado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, diversos países cuestionaron a la Argentina por este tema. Noruega, Bélgica, Suiza y Canadá --por ejemplo-- llamaron a nuestro país a sancionar una ley de acceso a la información pública de acuerdo a los estándares internacionales en la materia.

La ausencia de una norma de ese estilo se contradice con la voluntad expresada por la Argentina de incorporarse a la Alianza por el Gobierno Abierto: de acuerdo a esa intención, nuestro país se comprometió a aumentar la disponibilidad de información sobre las actividades gubernamentales. Curiosamente, Argentina es uno de los pocos países de la alianza que no dispone de una normativa nacional sobre acceso a la información pública.

Instamos una vez más a los poderes políticos a sancionar, reglamentar y aplicar una Ley Nacional de Acceso a la Información Pública para garantizar a las personas el ejercicio de este derecho.

Lunes 19 de noviembre de 2012

Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) - Asociación por los Derechos Civiles (ADC) - Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) - Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) - Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) - Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) - Foro de Trabajadores de Prensa y Comunicación Social de Misiones- FoPreMi - Fundación Ejercicio Ciudadano de Rosario - Fundación Poder Ciudadano - Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) - Red Argentina de Ciudades Sustentables
 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Sociología: apunte sobre cultura y arte


Apunte sobre Cultura para alumnos de sociología del arte

IFDAC ‘Mario A. Crulcich’
Sociología del Arte – 2009/2012



Apunte de cátedra: Cultura y Arte


La sociología de la cultura es una parte de la sociología que tiene como objetivo primordial estudiar la producción, reproducción, circulación y consumo de los bienes culturales (entre los cuales ubicamos a los artísticos, pero no sólo a ellos) en la sociedad a través de intereses y métodos que son propios del ámbito sociológico en tanto estudio sistemático de la realidad social.
Ese objetivo de la sociología de la cultura podría caracterizarse como el interés por investigar, activa y abiertamente, acerca de las relaciones posibles y demostrables entre comunicación, lenguaje y arte como procesos sociales transmitidos y asumidos, modificados y modificables sobre la base de determinadas condiciones.
Sin embargo, aquí nos detendremos a considerar brevemente el concepto de cultura, su evolución en el tiempo y las pautas que su análisis nos brinda para entender nuestra cultura actual.


Evolución del concepto de cultura

Inicialmente se entendía por cultura al proceso de cultivo de la mente, un concepto que actualmente permanece en el uso vulgar y que da origen a afirmaciones del tipo: “x es un hombre culto”, en el sentido de alguien cultivado, ilustrado, en contacto con el saber y el arte.

Hacia fines del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX, el concepto de cultura se modifica sustancialmente.
En primer término porque surge, sobre todo de la mano de la antropología, la idea de una configuración o generalización del concepto del ‘espíritu’ que conformaba ‘todo un modo de vida’ de un pueblo en particular. Por eso ya no hay una cultura sino varias: culturas, como “formas de vida completa y diferenciada”. Esta posición se origina en una concepción idealista que supone la existencia de un espíritu humano conformador que abarca toda la gama de actividades sociales posibles.
En segundo término, en la segunda mitad del siglo XIX y por influencia del marxismo, surge un concepto materialista de cultura: el de ‘cultura vivida’. Es decir, el de una cultura que está primariamente determinada por otros procesos y estructuras sociales (políticos y/o económicos, sobre todo) que conforman un ‘orden social global’ dentro del cual una cultura identificable por sus estilos artísticos y formas de trabajo intelectual es el producto directo o indirecto de aquellas condiciones.
Hacia la segunda mitad del siglo XX, se logra construir un concepto de cultura que resulta una variante del materialista pero también incluye elementos propios de la posición idealista. Dice entonces este concepto que la cultura supone a la vez un orden constituyente (materialista) y constituido (idealista). Es decir, las prácticas y producciones culturales no se generan en el vacío sino en un orden social global que las condiciona, las ‘constituye’, pero dentro de esas condiciones, el espíritu humano las crea y recrea. Hay entonces un plano objetivo y un plano subjetivo que confluyen. Tenemos así que “el hombre es construido socialmente y lo social es construido por el hombre” en un proceso dialéctico.
Decimos entonces, con Williams, que “la cultura es el sistema significante (una matriz que inviste de sentido a nuestras prácticas culturales) a través del cual necesariamente un orden social se comunica, se reproduce, se experimenta y se investiga”. Todas nuestras prácticas se producen desde la base de esquemas interpretativos, cognoscitivos, perceptivos y valorativos que son más o menos compartidos por una comunidad en un momento histórico dado. Al actualizar esos esquemas, nuestras prácticas reconstituyen el sistema.

El arte

Las prácticas culturales incluyen a las filosóficas, las científicas y las artísticas, entre otras. La Sociología del Arte se plantea problemas específicamente sociológicos relativos al arte que responden a preguntas tales como: “¿Por qué una pintura es mejor que otra? ¿Quién fija cuánto cuesta un cuadro? ¿Por qué se conservan determinadas obras en los museos? ¿Cómo llega el arte a ser un problema de Estado?” (A. Giunta; 2008) y ¿Qué sectores de la sociedad son los que consumen arte? O ¿Cómo circula, si circula, el arte en la sociedad en un momento determinado y en una determinada cultura?. Actualmente, la sociología del arte plantea, como problemáticas propias, a la producción y reproducción, la circulación y el consumo de las obras de arte en la sociedad.
Dice Giunta que “la sociología del arte (…) busca poner en correlación las obras y el medio en el que se producen, a fin de establecer interpretaciones que permitan comprender el funcionamiento de la relación entre el arte y la sociedad” (pág. 1 y 5)


Dado que, como dijimos, la cultura es la matriz significante o fuente de sentido de las prácticas, los cambios culturales y artísticos – también los sociales en general – se han ido dando de diferentes formas, orientadas más o menos hacia la producción o la reproducción:

-Las formas de cambio en la producción cultural son anacrónicas o arcaicas cuando persisten en el tiempo, se reproducen, pero han perdido sentido para los que comparten una determinada cultura. Decimos que se han ido vaciando de sentido. Son formas que reproducen una etapa determinada de cultura, ubicable en alguna etapa pasada.

-Son formas residuales aquellas que persisten pero son accesibles y significativas para la gente. También reproducen, aunque normalmente son resignificadas por los sujetos. Son las que más fácilmente absorben los sectores dominantes.

-Justamente Williams denomina formas dominantes a la producción alineada con las relaciones estructurales de producción imperantes en una época. Son las que más se relacionan con el consumo masivo, de tendencia conservadora y por lo tanto también ligadas a la reproducción.

-Son, en cambio formas emergentes del cambio aquellas prácticas nuevas que en general perturban el orden dominante. Pueden o no ser absorbidas por el sistema hegemónico. Si lo son, se las llama formas innovadoras, pero si persisten por fuera del sistema y de alguna manera lo socavan, se las llama alternativas.


Campo del arte


Dice Néstor García Canclini que hombre y sociedad tienen una “integración originaria”. Las personas somos, así, “la sombra, a veces inexacta, de estructuras que lo preceden”, en un todo de acuerdo con el marco analítico que nos ofrece Pierre Bourdieu. A partir de esta idea, la Sociología permite decirle a artistas, teóricos e historiadores que es preciso reconocer las condiciones que derivan de la producción, la circulación y el consumo de los bienes artísticos en la sociedad, como parte de la producción simbólica. Una producción simbólica que implica la producción de las representaciones, el imaginario y el sentido de las prácticas de producción y reproducción, de circulación y de consumo.
El campo del arte es un campo de luchas, del que se derivan problemas. No es menor el problema de que si bien el artista inicia el sentido, no lo hace en el vacío. El artista produce. Esa obra producida por el artista es mediada por diversos agentes (galeristas, jueces de concurso, autoridades políticas, medios de comunicación, docentes de arte e historia del arte, etc.) hasta llegar al consumidor, cuya práctica es de re-producción, recreación a través de la cual completa, interpreta y resignifica la obra.
¿Qué nos puede aportar la Sociología en este marco?
Nos permite entender las relaciones del arte entre clases/posiciones
Nos permite analizar cómo operan los condicionamientos económicos, políticos, sociales, culturales en la producción, circulación y consumo de los bienes artísticos
Nos permite observar cómo operan los condicionamientos ideológicos, el imaginario, en las tres etapas: producción, circulación y consumo
Nos permite entender cómo están constituidos los esquemas de percepción y valoración, la sensibilidad, los mecanismos de legitimación (los hábitus) en un lugar y tiempo determinados.

Muchos de los problemas que aborda la sociología tienen trascendencia política, por ejemplo cuando uno se plantea que es necesario lograr que el arte llegue a más personas, lo pretende socializar.
En cualquier caso, mucho de lo político, lo económico y lo cultural que vimos en los campos se juega cuando uno se plantea cuestiones tales como: cómo se organiza el mercado artístico; cómo se distribuye socialmente el gusto; cuál es el nivel educacional y la posición de los públicos habituales del arte; la histórica relación de dependencia que existe entre el arte argentino y el europeo y norteamericano y su correlato en relación al arte de las provincias y el arte porteño; las polémicas sobre qué es y qué no es arte en un lugar y momento dados; quién dice qué es arte; la correlación entre arte de elite, arte popular y de masas según las clases.

El libro de García Canclini relata un trabajo de investigación típico de la sociología realizado por él y su equipo respecto de la correlación entre el desarrollo socio-económico y las vanguardias artísticas en la Argentina entre las décadas del 60 y 70 del siglo pasado.
La hipótesis del autor es que existe una correlación orgánica entre el desarrollismo como posicionamiento económico y la ideología estética de las vanguardias, entre el desarrollo industrial y la creación de mejores condiciones materiales y culturales para la experimentación artística.
Parte de pensar que los avances y contradicciones de la práctica artística no se explican sólo por su movimiento interno y que el conocimiento de la superestructura artística puede contribuir al entendimiento de la base socioeconómica de las estrategias de cada clase.
Para lograr probar su hipótesis, focaliza la relación entre el proceso artístico (autor/obra/intermediarios/público, es decir producción, circulación y consumo) y la sociedad.
La conclusión a la que arriba es que: lo que se modifica con las vanguardias artísticas no es básicamente el estilo de las obras, sino las relaciones entre artistas, obras, intermediarios y públicos y de todos ellos con la estructura social.



Bibliografía consultada para elaborar el apunte:
Altamirano, Carlos (Dir.) (2008): ‘Términos críticos de Sociología de la Cultura’. Edit. Paidós, Buenos Aires.
Bauman, Zygmunt (2003): ‘Cada vez vemos más maldad y podemos hacer menos por detenerla’ en lavaca.org. ‘Notas’. España.
García Canclini, Néstor (2005) ‘La producción simbólica. Teoría y Método en Sociología del arte’. Bs. As.; Edit.Siglo XXI. (primera edición 1979)
Habermas, Jürgen: Epílogo a Simmel. Op. Cit.
Hauser, Arnold (1975) ‘Fundamentos de la sociología del arte’. Ap. 2 y 3. Edit. Guadarrama. Madrid,
Simmel, George (1988): ‘El concepto y la tragedia de la cultura’ en ‘Sobre la aventura. Ensayos filosóficos’. Edic. Península. Barcelona.
Williams, Raymond (1981): ‘Cultura. Sociología de la comunicación y del arte’. Cap. 1 ‘Hacia una sociología de la cultura’ y pág. 176/191. Paidós comunicación. Barcelona.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Para jóvenes periodistas ante el Mundial de Fútbol 2014

Estimados periodistas:

Quisiéramos informarlos sobre el proyecto "Once amigos" organizado por la Academia de la emisora alemana Deutsche Welle y fomentado por el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores. El programa convoca a jóvenes periodistas y comunicadores en vistas al Mundial de Fútbol 2014 en Brasil, se realizará en castellano, consta de 5 módulos y tendrá lugar tanto en Alemania como en Brasil y otros países de Latinoamérica. El primer workshop se llevará a cabo ya a mediados de diciembre de 2012 en la ciudad de Bonn, Alemania. "Once amigos" apunta a cubrir contenidos vinculados no sólo al fútbol, sino también a la vida política, económica y cultural, además de promover el intercambio profesional entre jóvenes periodistas latinoamericanos y alemanes. La participación se puede
solicitar hasta el 16 de noviembre de 2012.

Para más información y para aplicar:
http://blogs.dw-akademie.de/america-latina/?p=4801

El INDEC, el Censo y las restricciones a la libertad de prensa


Instituto Nacional de Estadística y Censos – INDEC
Directora General
Lic. Ana María Edwin
Por intermedio de esta carta, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) desea manifestarle su repudio ante un acto de discriminación por parte de funcionarios del Indec, al haber rechazado la acreditación de los periodistas de dos de los diarios de mayor circulación del país, Clarín y La Nación, en una jornada en Pilar donde se dieron a conocer los resultados definitivos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010. Con esta clara obstrucción se impidió que buena parte de la población acceda a la información del organismo público de estadísticas a través de esos medios.
La explicación que dieron a los periodistas de que el evento tenía acreditaciones acotadas, para justificar la no admisión, no es una justificación razonable; pero más preocupante aún es el trascendido de colegas del diario Clarín de que se les habría rechazado la acreditación por pertenecer a “un diario que miente”, lo que colocó a quien quería acreditarse en el rol de “persona no grata”, calificación inadmisible en este caso.
Este “castigo arbitrario” contra ambos medios afecta directamente a miles de lectores que los siguen diariamente. La medida se contradice además con el espíritu del Censo que es, justamente, tomar una instantánea de todos/as los/as argentinos/as.
El evidente y público enfrentamiento entre el Gobierno nacional y determinadas empresas periodísticas no puede ni debe trasladarse a un acto discriminatorio contra periodistas que cumplen con su función de obtener información para trasladarla a la ciudadanía. Por otra parte, el acceso a la información es un derecho humano, consagrado en nuestro país a través de leyes y tratados internacionales.
Esperamos que en el futuro no se sucedan más hechos de estas características y abogamos por un tratamiento profesional y sin discriminaciones hacia los periodistas de todos los medios por parte de los funcionarios del Indec en los eventos y actividades abiertas a la prensa.
Desde ya quedamos a la espera de cualquier comentario que quiera hacernos llegar sobre este episodio.
Atentamente,
Foro de Periodismo Argentino
Miércoles 31 de octubre de 2012

Excelente artículo sobre la Ley de Medios, por José Crettaz




Sobre la #leydemedios, larga explicación para periodistas
31
10
2012
Hace unos días envié al Foro de Periodismo Argentino (Fopea) –al que orgullosamente pertenezco- el texto que sigue a continuación. Se trata de una explicación extensa (escrita a última hora, después de un cierre trabajoso) y poco estructurada acerca de lo que a mi entender está ocurriendo en el debate público sobre la aplicación de la ley de servicios de comunicación audiovisual. Aquí lo comparto a pedido de algún amigo.

A la ley de medios no sólo hay que leerla, también hay que entenderla y ponerla en contexto. Y sobre todo, hay que salir del debate chiquito que se propone “¿Qué va a pasar el 7D?” para ir a uno más grande, más amplio y de cara al futuro (pero no el futuro del mes próximo, sino el de los próximos cinco a diez años).

Para mí, el tema es mucho más amplio, tiene que ver directamente con la libertad de expresión y no solamente con cuestiones patrimoniales de algunas empresas. Tiene que ver con la convergencia digital y el futuro de la comunicación. Y tiene que ver con el periodismo que no hacemos por no entender y centrarnos sólo en la pelea de un Gobierno contra una empresa o de una empresa contra un gobierno, como fuere.

Este texto va a ser largo. Pero me parece importante señalar algunas cuestiones básicas (procurando que sean más hechos que opiniones, aunque eso es sólo una intención).

Nos confunden cuando hablan de licencias y las equiparan a medios, y peor cuando se mezclan las frecuencias: las licencias son permisos administrativos necesarios para contar con medios audiovisuales, en general están vinculadas a frecuencias (un “espacio” en el espectro radioeléctrico por el cual el medio emitirá si es que requiere espectro, como la TV abierta, las AM y las FM).

Clarín no tiene 300 medios, ni 300 frecuencias, tiene 300 licencias, de las cuales más de 260 –y estoy citando de memoria- son licencias de cable (que no ocupa espectro como su nombre lo indica). Una licencia de cable por localidad (a veces dos, fruto de aquella fusión aprobada por Néstor Kirchner). Además, cable es distribución; medios (canales de TV, radio y señales de TV paga) refiere a contenidos. En el mundo, las restricciones a la cantidad de licencias se aplican al espectro que es limitado y es considerado propiedad del Estado (como los ríos, el mar o el espacio aéreo), no al cable (porque el único límite a la instalación de cables es la barrera económica para hacerlo; no hay impedimentos naturales o físicos)

Si hablamos de medios, Telefé tiene más canales de TV abierta (9) que Clarín (4), y Moneta-Garfunkel tiene más radios (8 o 9, quién sabe bien, contra cinco o seis de Clarín, entre las que destacan Radio Mitre, Radio Mitre Córdoba y La 100). Si hablamos de señales de TV paga, los programadores oligopólicos son Fox, Turner y Disney (a los que no se les aplica si quiera cuotas relevantes de contenido nacional: apenas deben destinar el 0,5% de la facturación total anual a comprar contenido nacional pero sólo aquellos que emitan cine en más del 50% de sus programas).

Y, finalmente, si hablamos de uso de espectro, en el área metropolitana de Buenos Aires el que más espectro de TV -por ejemplo- tiene asignado es Telecentro (y ahí cerca, Antina). Ese espectro es usado para dar TV paga inalámbrica. Mientras Clarín tiene un canal (13) y Telefe tiene otro (11), Telecentro (Alberto Pierri, ex presidente de la Cámara de Diputados en los 90), tiene 1 (el 26, que usa para su señal abierta –algo que pocos saben- Canal 26, y 46, 48, 50, 52, 54, 56, 58, 60, 62, 64, 66, 68 y 69, para su servicio pago).

El espectro en radio está colapsado completamente y Afsca no ha demostrado tener un plan técnico (que debería confeccionar junto con la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC). ¿Cómo se va a cumplir el 33% del espectro para entidades sin fines de lucro si en el área metropolitana no entra ni un alfiler en el espectro?

A juzgar por el tratamiento que recibe, por ejemplo Radio Cooperativa (una radio completamente ilegal, que usurpa una frecuencia que es canal libre internacional y que consiguió cuando a la radio que la usaba –también floja de papeles- se “le cayó” la antena…) no parece que haya intención de cambiar ese contexto en el corto plazo. No hubo en ese sentido ninguna medida. En esa radio (por citar sólo un caso -podría escribirse un libro sobre este tema-) la agencia estatal Télam tuvo un programa durante años y aún es responsable del espacio agropecuario. Aclaro: Radio Cooperativa NO ES una cooperativa.

En la ley de medios también hay cuestiones de mercado que no fueron contempladas durante el proceso de debate de la norma, aunque ya se señalaban en ese momento. ¿Por qué no se habló más del concurso que durante más de un año prometió 220 nuevos canales de TV? Porque sólo había 50 interesados para 220 canales, 14 de los cuales (si no recuerdo mal) iban a estar en Buenos Aires. Es habitual escuchar a los canales actuales decir que no es rentable la TV abierta (con sólo cinco canales) y si se analizan los números de pauta oficial (que marcan una fuerte inversión estatal en varios de ellos) podrían tener razón.

Desde el punto de vista tecnológico (y de la convergencia digital) el tope de 24 licencias de cable en todo el país es tan absurdo como la prohibición de que las empresas de telecomunicaciones (como las telefónicas) puedan dar TV paga. En eso, el marco regulatorio argentino atrasa años de años. En Brasil, después de cinco años de debate, se sancionó una ley de TV paga que impulsa la penetración del cable (quieren que más hogares se conecten a la TV paga) porque junto con el cable (o apenas detrás) llega Internet y con banda ancha, llega la educación, el desarrollo económico y la posibilidad de un nuevo ejercicio de las libertades políticas. El brasileño no es necesariamente el modelo a seguir, pero es una experiencia cercana, sudamericana. Hay mucho –cada vez más– para mirar alrededor.

Para desmonopolizar en serio, las telefónicas deberían poder dar TV paga y los cables dar telefonía sin limitaciones. Y ambos deberían poder competir por espectro para movilidad (básicamente para Internet móvil). Si de verdad se quisiera desmonopolizar, Afsca ya debería haber autorizado a nuevos oferentes de TV satelital (como Tu Ves HD, que no tiene impedimentos legales para dar el servicio en nuestro territorio). Para desmonopolizar, no hace falta destruir. Y si se quiere destruir no es precisamente para democratizar.

Además hay otra cuestión: la ley permite a Afsca “la trampita” de la extensión de licencias, que si se usa de manera igualitaria para todos los oferentes no sería problema. La experiencia indica que a algunos operadores se les exige una licencia por localidad mientras a otros se les extiende la licencia de su área de origen a áreas vecinas, siempre que las vecinas tengan menos población. Telecentro (que tiene el monopolio del triple play en el área metropolitana, y esto no es una opinión) extendió su cobertura a medio conurbano con la sola licencia que tiene para operar en La Matanza. Esa licencia “extendida” le sirve para otros partidos del conurbano (porque ninguno es más poblado que La Matanza) pero no para la Capital Federal. A mi me parece bien que Telecentro se extienda y compita con Cablevisión y las telefónicas, de hecho fui cliente de Telecentro siempre que pude, pero eso no me impide ver que la ley no está siendo pareja. Lo mismo puedo decir de una empresa (Gigared) que da servicio de cable DESDE Capital a Santa Fe, Paraná, Corrientes, Resistencia y Posadas con una red que arranca en el barrio Belgrano, pero que no puede dar TV paga en la ciudad porque Mauricio Macri no le da los permisos municipales para soterrar los cables o de uso de espacio aéreo para colgarlos.

Cuando exponen sobre la ley de medios, los abogados (y no pocos teóricos de la comunicación) se centran en el texto legal (en lo que ordena, dispone y demás), y la realidad los cachetea con incumplimientos deliberados de ese texto por una y otra parte, con artículos clave que no fueron reglamentados y, lo que es más importante, con algunos datos de la realidad que indican que la ley no podrá ser aplicada tal como está redactada (por ejemplo, la prohibición de que un mismo licenciatario emita más de un contenido por área geográfica en TV abierta: hoy la tecnología permite que, compresión digital mediante, por el canal 13 o el canal 11 se puedan emitir dos, tres, cuatro y tal vez hasta seis contenidos; de hecho en transmisión de prueba así lo están haciendo Telecentro -Canal 26 HD y Telemax- y América -América HD, A24-, alguno de los cuales incluso transmite One Seg para móviles. ¿Para cumplir con la ley de medios vamos a dejar de usar el espectro, un recurso limitado? ¿No era que se buscaban más voces? ¿O habrá que repartir el canal en varios segmentos y las licencias ya no serán para uso de frecuencias sino para uso de fragmentos de frecuencias?

En otras palabras, muchos abogados terminan hablando de teoría del derecho, mientras la realidad se les muere de risa en la cara.

Es más, todo el desarrollo que el Estado está haciendo en materia de televisión digital abierta no cumple el nuevo marco regulatorio, que impide expresamente muchas de las cosas que se están haciendo con la coartada legal de que la ley de medios permite la experimentación con nuevas tecnologías. En muchos países del mundo, la TDT ya es la nueva normalidad, no una experimentación. ¿Qué cosas no podrían hacerse? Por ejemplo, la veintena de señales (públicas, pero sobre todo las privadas) que emite la TDA –Televisión Digital estatal- llegan a más del 35% de la población (de hecho, van a llegar al 100% pronto). Las señales privadas que transmite la plataforma estatal usan espectro sin haber participado de ningún concurso. Y eso, sólo por decir un par de cosas.

Podría hablarse aquí también de las promesas incumplidas de la ley: como por ejemplo, la posibilidad de que las cooperativas den TV paga (o mejor, triple play, telefonía y banda ancha incluidas). A tres años, NI UNA sola cooperativa de servicios públicos (que eran las que sufrían la discriminación) está dando TV paga (al menos hasta la semana pasada, la Coop. de Santa Rosa, con todo listo para arrancar, seguía esperando). Los trámites se traban en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), donde no tienen ni idea (como me aceptó el vicepresidente del organismo, que en realidad es el presidente en los hechos -cosas de la Argentina-) de qué analizar y cómo tramitar esos expedientes. El problema no es tanto donde las cooperativas compiten con Cablevisión o algún otro cableoperador grande sino donde la cooperativa quiere competir con cableoperadores pymes. ¿En ese caso, cuál es el monopolio amenazante? No lo pregunto yo, lo dicen muchos cableoperadores pymes que supuestamente están chochos con la ley de medios.

De más está decir que ningún sector económico (o por lo menos, no es lo habitual) tiene una norma antimonopilo propia como la que se ha creado para el de medios (que mezcla medios chicos con medios grandes, no distingue FM de AM, confunde generación de contenidos con distribución de contenidos, uso de espectro con vínculo físico -cable- y muchas otras cuestiones). Hay una ley de defensa de la competencia que no está reglamentada completamente y entre lo que falta reglamentar figuran los tribunales de defensa de la competencia que serían los organismos naturales que deberían intervenir en todos los casos de riesgo de monopolización. Mientras eso no se reglamenta (es mejor para el poder de turno tener el poder de autorizar o no la integración de poderes económicos, ¿no?), la CNDC -que depende del Poder Ejecutivo- tiene potestad para decidir por ejemplo, que Telefónica pueda controlar a Telecom, su principal competidor, y así manejar entre el 60 y el 80 por ciento del mercado de banda ancha, telefonía fija y móvil).

¿Los pueblos originarios? Después de haberlos usado, ya nadie parece escucharlos y ellos (los que están alfabetizados y no se mueren de desnutrición) se trenzan en una disputa por las autorizaciones para tener medios. ¿Quién puede estar en contra de que cada comunidad aborigen tenga sus medios, que hablen en su idioma, de sus costumbres, su música, sus temas…? Yo estoy a favor de que puedan hacerlo. La pregunta es… jurídicamente, ¿Qué es un pueblo originario? Los que siempre estuvieron inscriptos como tales en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) o las nuevas organizaciones que se anotaron en un registro creado ad hoc (algo de los que casi nadie habla). ¿Tupac Amaru califica como “pueblo aborigen”? Si alguien quiere chequear esto, busque Consejo Nacional Indígena en Google.

¿Y de las licencias que directamente puede entregar el Poder Ejecutivo en ciudades de menos de 500.000 habitantes?

Y los medios universitarios… ¡No fueron creados por la ley de medios! Argentina tiene una larga tradición en medios de comunicación universitarios (lo demuestran las radios y canales de las universidades nacionales del Litoral, de Córdoba y Tucumán; las decenas de FM de muchísimas casas de estudios -entre ellas la red que tiene la UTN- y las frecuencias de televisión UHF que desde los 90 tienen asignadas universidades como Luján y La Plata). Lo que le sigue faltando a los medios universitarios es financiamiento genuino: el mejor ejemplo es el de los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba (SRT-UNC) cuyos programas estrella son 678 (en Canal 10 de Córdoba) y los noticieros de la señal privada CN23 (grupo Szpoloski-Garfunkel) que retransmite CBA24N la primera señal de noticias del interior del país (un proyecto buenísimo si no fuera que ahora dedica buenos tramos de su programación a seis-siete-ochizar a muchos colegas cordobeses).

Que la ley de medios es una ley de la democracia es verdad. Pero que otras leyes siguen siendo de dictaduras (algunas rancias) no es menos verdad: decreto-ley de telecomunicaciones, decreto-ley de minoridad, decreto-ley de creación del PAMI, decreto-ley de entidades financieras, el Código Aduanero (que sirve de marco legal a las retenciones a las exportaciones)… todas leyes clave sobre las que parece no hay necesidad de innovar.

En fin, me parece que la ley de medios debe analizarse en el contexto total: en el que no hay ley de acceso a la información ni ley de reparto de la pauta oficial, y tampoco hay ley de telecomunicaciones (la que hay es del 72!) -que permita más competencia, mejores servicios de conectividad y a menores precios-.

En conclusión: a los que se puede comprar, se los compra; a los que se pueden sostener financieramente por sí mismos, se los parte al medio; y a los que quedan, no se les permite acceder a la información pública. Ni Karadajián lo hubiese hecho mejor.

Hay mucha cháchara sobre la ley y poca visibilidad sobre su aplicación sesgada y ficticia. Les confieso que tanto explicar y explicar y explicar, cansa. Y mucho. Que tengan buenas noches.